El día se retuerce sobre mi mente estática,
mirando fijamente hacia delante
amurallo el centenar de bocas que me siguen
el silencio es el dique de la locura que merezco
aparto los escombros y me
siento en mi cuerpo cansado
soy un personaje de ficción enclavado en un pellejo portátil
herramienta pesada y maloliente
con la que gesticulo ridículamente la asfixia
mientras una voz metálica y repetitiva
apenas ensueña el borde de la piel.
De ti es de lo primero que te aburres
las ideas en estado salvaje se extinguen
quemadas por un misterio menguante.
A veces te dejas el pico en casa
recorres la piedra sin ver mas veta
que grietas esculpidas al azar
sobre la muda pared
negros rayos vacíos
como el oscuro laberinto de venas de un gigante muerto
cuya sangre recorre los túneles
preguntándose
si regresara al corazón alguna vez.
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