Aquí se respira fuerte y
demasiado
me deshago y duermo
demasiado
se acercan mareas secas, noches largas
y esos pequeños pecados, en el ojo
se que no pasa nada
absolutamente
eso,
no voy a caerme bien
caminando drogado
extenuándome, bebiendo
como pueda
luchando tras nubes de fuego
espero al dragon
que no llegará.
Tranquilo,
con media sonrisa me saludo en la encrucijada
-ya lo se, veo en ella
(es una sonrisa
desagradable)
apretón de manos
sin música, nos marchamos
a lo lejos es como un atardecer pausado
el fantasma incansable
a lo lejos
el muy cabrón jamás
se pierde
como yo.
grande el poema! Un descubrimiento, tu blog
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